DEMONIOS Y DEMOÑOS

He visto como muchos venden su alma y cuerpo a varios demonios, se venden enteros o por partes; hay quienes tranzan pedazos de hígado, otros empeñan neuronas, he visto patas embaladas en las esquinas alquilando sus pulmones corriendo el riesgo de que se pierdan He visto masas de humanos tranzando miles de horas de vida solo para poder coleccionar las estampitas verdes , para saciar el hambre de los diablillos de la mente.

He visto mujeres y hombres renunciando completamente al cerebro o prostituyendo el alma con tal de parecerse al modelo de promoción propuesto por  el demonio del ego y la vanidad…

Es que los diablos saben y son buenos vendedores, tienen el caduceo en su mochila, el veneno que cura y la medicina que mata. Los peores venden agua bendita y swits en paraísos inexistentes.

 En cambio otros tienen el buen material, pociones peligrosas y poderosas que pocos dioses han probado, que te proporcionan el paraíso aquí y ahora.

Pero eso sí, hay que saber elegir bien al propio demonio, porque es imposible negar su existencia en el mundo de los extremos, los demonios vienen incluidos en el paquete vivencial. 

En lo personal prefiero a Baco, porqué aunque es un borracho, es sincero y si le compras un buen vino te rebaja el costo en higado, y podría ser que si no lo codicias  hasta te salga pagando con alegría por llevar su elixir di.vino…
”Nada en exceso”  dice en la entrada del oráculo de Delfos…. 

Los Demonios son un reflejo de nuestras mentes, de nuestras emociones y actos. Vienen a jugar y a probar nuestras fortalezas a jugar con nuestras debilidades, a desafiar nuestro valor de vivir y ser tan divino de lograr seducir al mismo demonio,el cual al enamorarse solo seguirá en la infinita danza de los opuestos, el equilibrio sostiene el son de esta danza, la confianza en la propia divinidad llena la copa del carpintero de inmortalidad…