Hay mujeres que apasionadamente, logran sacar su talento adelante, mujeres
libres, que tal vez simplemente cantan con una guitarra en una vereda de la
vida, las inspiraciones del alma.Hay mujeres locas… que logran seguir pintando de magia impunemente hermosa los muros de los límites impuestos, así todos se opongan.
Hay mujeres jóvenes y mujeres madres que no se rinden. Hay
anarcas, góticas, rockeras, amantes, soñadoras, artistas, poetisas, mujeres marinas, mujeres de fuego, mujeres de metal con voluntad de roca, mujeres que
no se dejan ver los ovarios por cualquiera.
Pero también hay muchas mujeres artistas que tienen miedo, porque
alrededor de ellas retumba la censura de familiares mal informados, de personas
que por ignorancia critican a las artistas, que limitan sobre todo a las
jóvenes mujeres.
He vivido en carne
propia la prohibición de entrar al colegio menor de arte por miedo a verme
perdida en el oscuro mundo de la bohemia, se me han burlado creyéndome loca, me
han señalado con el dedo de mil juicios, , me han amenazado para que yo deje mi
arte y me han intentado humillar. Porque todavía hay personas que consideran
que el arte ni siquiera es un empleo, hay profesores, curas, monjas, siervos del
estado y esclavos del olvido, que juzgan
con verdugos moralismos inculcados por la farsa del apostólico icono
castigador.
He visto amigas que temen no lograr vivir del
arte sobre todo si son madres, sobre
todo si están solas. Y son amigas que no tocan par notas, pintan tres churos o
escriben cositas, son mujeres extremadamente talentosas, profundas y plenamente
creativas. He visto mujeres genio que corren desesperadas de un lado al otro,
con maletas, compras, huahuas en los brazos y llenas de sueños y grandiosas
ideas, viendo cómo se escurren las oportunidades bajo los ojos, se las roba el
tiempo que ocupan como pulpos, mujeres mara villa, haciéndose cargo de todo.
Pero tampoco es
justo hacerse cargo de todo, debemos reclamar nuestro derecho de ser apoyadas y
confiar que lo merecemos atraiéndolo así a nuestra vida.
Mis amigas mujeres,
no duden en botar a la basura el miedo y apoyarse las unas a las otras para
poder todas emprender el mejor de los vuelos.

La mujer ahora más
que nunca puede seguir caminando con fuerza para obtener una mano de sus
hombres, sanar a sus compañeros a través del mismo arte, de la sabiduría que
nace de ello, para que ellos se sensibilicen y las apoyen en su camino, siendo
bueno padres y buenos amigos.
Todas hoy mismo
pueden y deben juntarse no para quejarse del otro en chismes devoradores de
tiempo y energía, sino para crear, armadas de la espada del amor y el escudo de
humor, drogadas por la alegría de vivir, compartir y amar.
Si una mujer aún se aferra a la rabia, el
resentimiento, o la condenación, de lo que los demás hacen mal, se está
encadenando al sufrimiento que se viene arrastrando hace demasiadas
generaciones.Esto puede darle una sensación consoladora de identidad y de
solidaridad con otras mujeres .....sin embargo esto no es màs que una parte que debe tarscend el el ego para que no la mantenga atada un "pasado pisado "impidiendo que se de el
cambio, bloqueando el acceso completo a su verdadera esencia y al verdadero
poder.
Si las mujeres se
excluyen de los hombres, alimentan un sentido de separación y por lo tanto de
fortalecimiento del ego. Y cuanto más fuerte es el ego más distante está uno de
su verdadera naturaleza.
En mi caso he
encontrado la forma de sanar el miedo a través de el arte y la medicina que yace en esta. He logrado sacar el dolor y sanar heridas con
la danza de la vida, que se ha manifestado en numerosas formas desde la tormenta del mosh hasta la sutileza de un viento andino. He decidido jugar sin freno a hacer arte
como sea, dejando en casa las novelas de la cabeza, he creado lo que más he
podido como creativa y como madre de dos niños.... un excelso príncipe y un dulce tigre de metal.
He descansado meditando en la oscuridad
en un día de luna menstrual. He cantado en una banda de metal extremo
hasta los siete meses de mi segundo embarazo, he pedaleado con una panza de
nueve lunas, he llorado, he gritado sola y acompañada, he parido, y he sobrevivido. He logrado seguir
por años y confiar con paciencia, como araña tejiendo sueños, esperando
paciente, acechando como polilla el abrir de la brecha a todas las posibilidades.
Para nadie es
fácil pero las guerrera saben que quejarse no sirve de nada, porqué los retos
de la vida son simplemente retos.
Hay que ponerse a
construir con paso firme el mundo en el que creemos.
La mujeres son
maravillosas, las mujeres lo pueden todo.
No importa si los
demás todavía no se toman en serio sus talentos tanto cuanto el de los hombres,
nosotras todavía podremos reírnos y gestar en la oscuridad creaciones
excelsas que dejarían en cenizas cualquier rezago de machismo. Obras paridas
por diosas libres y líderes del nuevo tiempo.









