Daniela Scalla

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Soy mujer y madre, artista, sanadora, escritora, guionista sideral ,pintora de sueños, danzante del tiempo , fotógrafa de los eternos y bruja autodidacta, soy todo y no soy nada, pero sobretodo soy libre, para ser cualquier cosa que necesite ser.

miércoles, 27 de julio de 2016

MUJERES POR SER ARTE





Hay mujeres que apasionadamente,  logran sacar su talento adelante, mujeres libres, que tal vez simplemente cantan con una guitarra en una vereda de la vida, las inspiraciones del alma.
 Hay mujeres locas… que logran seguir pintando de magia impunemente hermosa los muros de los límites impuestos, así todos se opongan.
Hay mujeres jóvenes y mujeres madres que no se rinden. Hay anarcas, góticas, rockeras, amantes, soñadoras, artistas, poetisas, mujeres marinas, mujeres de fuego, mujeres de metal con voluntad de roca, mujeres que no se dejan ver los ovarios por cualquiera.
Pero también hay muchas  mujeres artistas que tienen miedo, porque alrededor de ellas retumba la censura de familiares mal informados, de personas que por ignorancia critican a las artistas, que limitan sobre todo a las jóvenes mujeres.
 He vivido en carne propia la prohibición de entrar al colegio menor de arte por miedo a verme perdida en el oscuro mundo de la bohemia, se me han burlado creyéndome loca, me han señalado con el dedo de mil juicios, , me han amenazado para que yo deje mi arte y me han intentado humillar. Porque todavía hay personas que consideran que el arte ni siquiera es un empleo, hay profesores, curas, monjas, siervos del estado y esclavos del olvido,  que juzgan con verdugos moralismos inculcados por la farsa del apostólico icono castigador.
 He visto amigas que temen no lograr vivir del arte  sobre todo si son madres, sobre todo si están solas. Y son amigas que no tocan par notas, pintan tres churos o escriben cositas, son mujeres extremadamente talentosas, profundas y plenamente creativas. He visto mujeres genio que corren desesperadas de un lado al otro, con maletas, compras, huahuas en los brazos y llenas de sueños y grandiosas ideas, viendo cómo se escurren las oportunidades bajo los ojos, se las roba el tiempo que ocupan como pulpos, mujeres mara villa, haciéndose cargo de todo.
Pero tampoco es justo hacerse cargo de todo, debemos reclamar nuestro derecho de ser apoyadas y confiar que lo merecemos atraiéndolo así a nuestra vida.

Mis amigas mujeres, no duden en botar a la basura el miedo y apoyarse las unas a las otras para poder todas emprender el mejor de los vuelos. 

La mujer ahora más que nunca puede seguir caminando con fuerza para obtener una mano de sus hombres, sanar a sus compañeros a través del mismo arte, de la sabiduría que nace de ello, para que ellos se sensibilicen y las apoyen en su camino, siendo bueno padres y buenos amigos.
Todas hoy mismo pueden y deben juntarse no para quejarse del otro en chismes devoradores de tiempo y energía, sino para crear, armadas de la espada del amor y el escudo de humor, drogadas por la alegría de vivir, compartir y amar.
 Si una mujer aún se aferra a la rabia, el resentimiento, o la condenación, de lo que los demás hacen mal, se está encadenando al sufrimiento que se viene arrastrando hace demasiadas generaciones.Esto puede darle una sensación consoladora de identidad y de solidaridad con otras mujeres .....sin embargo esto no es màs que una parte que debe tarscend el el ego para que  no  la mantenga atada un "pasado pisado "impidiendo que se de el cambio, bloqueando el acceso completo a su verdadera esencia y al verdadero poder.

Si las mujeres se excluyen de los hombres, alimentan un sentido de separación y por lo tanto de fortalecimiento del ego. Y cuanto más fuerte es el ego más distante está uno de su verdadera naturaleza.

En mi caso he encontrado la forma de sanar el miedo a través de el arte y la medicina que yace en esta. He logrado sacar el dolor y sanar heridas con la danza de la vida, que se ha manifestado en numerosas formas desde la tormenta del mosh hasta la sutileza de un viento andino. He decidido jugar sin freno a hacer arte como sea, dejando en casa las novelas de la cabeza, he creado lo que más he podido como creativa y como  madre de dos niños.... un excelso príncipe y un dulce tigre de metal. He  descansado meditando en la oscuridad en un día de luna menstrual. He cantado en una banda de  metal extremo hasta los siete meses de mi segundo embarazo, he pedaleado con una panza de nueve lunas, he llorado, he gritado sola y acompañada, he parido, y he sobrevivido. He logrado seguir por años y confiar con paciencia, como araña tejiendo sueños, esperando paciente, acechando como polilla el abrir de la brecha a todas las posibilidades.

Para nadie es fácil pero las guerrera saben que quejarse no sirve de nada, porqué los retos de la vida son simplemente retos.
Hay que ponerse a construir con paso firme el mundo en el que creemos.
La mujeres son maravillosas, las mujeres lo pueden todo.

No importa si los demás todavía no se toman en serio sus talentos tanto cuanto el de los hombres, nosotras todavía podremos reírnos y  gestar en la oscuridad creaciones excelsas que dejarían en cenizas cualquier rezago de machismo. Obras paridas por diosas libres y líderes del nuevo tiempo.

viernes, 15 de julio de 2016

EL VICIO

                                                                                una noche de un 2013                                                                                  
Algunas veces  recurro al vicio de volar, lo suelo hacer para no sentir ciertos dolores, piedras evadibles al menos por un rato, para aplacar la despiadada acción de las espinas en la carne viva de mi pecho, olvidando un rato incalculable los espejos terrenales del cuerpo. Con vuelo hábil  y fatigados pies, intento  acordarme de quien era, de quien soy siempre, aunque finja ser otr@, aunque juegue a ser mortal una que otra vida. En mi obstinado aleteo, hay algunas veces que logro encontrar enseñanzas profundas y dulcemente poderosas, conocimientos que transporta el viento en su pasar sempiterno*.
 Volar se me ha hecho costumbre aunque debo admitir que lo hago más a la luz de la luna, cuando es demasiado tarde para todo pero lo suficientemente temprano como para ser en el ensueño. Anuncio a los cuatro vientos, que he apoyado mis patas en el borde de muchos  abismos, que he desafiado a las leyes de la gravedad con mi nocturno intento.      Mis ojos se han manchado de sangre, mi garganta se ha llenado de ciegos silencios y fugaces gritos de luz. Mis manos se han curtido por el viento helado de mi vuelo, se han manchado de rojo y todas las gamas del negro cielo,  mis dientes se han golpeado con los huesos de la señora de negro, las encías se han encogido al morder  el hielo de su aliento, la lengua se ha tragado el veneno que los cadáveres móviles han sembrado en mis bosques. He volado a pesar de los fantasmas del  miedo, y confieso que por la calles de la noche me he adentrado en recurrentes temores como el de los cuchillos. Esos que se apoderan de mis cajones y me dan un dominable  miedo irresistible y visiblemente desgarrador. Es cierto. He tenido un deseo desesperado de poder hundir esa filuda lama en mis tejidos, abriendo venas, explorando las capas del dolor, visitando tal vez con decidida violencia mis entrañas vacías, cegada por la humedad de mi llanto amnésico, pero con un miedo racional y totalmente lucido de no poder llevar a cabo una tan radical acción.
He soltado los filudos metales venciendo la curiosidad  por los labios vacíos de la que me llamaba, labios ávidos por mi aliento. He resistido al llamado de sus ojos sin fin suplicando mi alma, he vencido el temblor de mis muñecas venosas, mientras mis pasos han retornado a ser firmes y descansar desnudos. He logrado naufragar al fin en la costura del pensamiento inspirado, en el olor a paleta en mi piel, a los cabellos manchados de rojo y todos los matices del pensamiento. Entierro lo más firmemente posible mis raíces,  para penetrar  con fiereza en esta tierra. Anhelo con viva confianza que llueva la abundancia real a todas las hojas de tu vida y la mía, al ser despierto y atento. Que se hagan realidad los deseos del ser verdadero, que se ponga obstinada la fuerza cuando se trate de crear, de salir del pozo o dejar de deambular por los abismos del ser que habita en nuestra sombra, para aprender de él sin perderse en su eterna bruma, para forjar con el calor del latido la espada de la voluntad, de la divinidad ultima que somos, lector hermano del camino.

 *EL VIENTO.  Junto con todos los seres de este mundo  y universo cumple con misiones en todos los planos del ser, en el físico, emocional, mental y el espiritual. Tiene una memoria impersonal que pertenece al tiempo y a los espíritus. Guarda y transporta las emanaciones del pensamiento humano, como hace con las hondas de radio. Moviliza masas de pensamiento,  reúne  las ideas afines en su paso de rutina perfecta, generando así  conexiones mentales en todo el planeta.